En Congreso internacional: Educación escolar y religión
Reflexión sobre educación y religión marca la primera jornada del Congreso sobre libertad de creencias
Este miércoles 15 de octubre, en el Aula Magna Manuel José Irarrázaval de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se desarrolló la sesión plenaria "Educación escolar y religión en Latinoamérica", en el marco del Congreso "El Valor de las Creencias en las Democracias Latinoamericanas".
La exposición principal estuvo a cargo de Nicole Garnett, académica de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), reconocida por sus investigaciones sobre educación y derecho. Los comentarios estuvieron a cargo de Edgar Stuardo Ralón, Comisionado de la CIDH (Guatemala), y la sesión fue moderada por Ana María Celis, directora del Centro de Derecho y Religión de la UC.
La presentación de la profesora Garnett destacó que el pluralismo educativo —que permite que diversos proveedores, incluyendo escuelas privadas y religiosas, impartan educación primaria y secundaria— puede mejorar los resultados y fortalecer la sociedad civil, pero depende de la libertad frente al control estatal para preservar la misión y la autonomía de cada institución.
A diferencia de Estados Unidos, donde el pluralismo se está expandiendo mediante nuevos mecanismos de financiación, los sistemas latinoamericanos tienden a combinar subvenciones públicas con una fuerte regulación que limita la independencia de las escuelas, especialmente en lo que respecta al currículo, la contratación y la admisión. Esta tensión entre financiación y libertad, reforzada por las presiones internacionales, amenaza la autenticidad del pluralismo educativo en la región.
A continuación, complementó el profesor Stuardo Ralón con la ponencia "La enseñanza en la perspectiva de los estándares interamericanos: la necesidad de una reevaluación" cuestionando la interpretación del sistema interamericano de derechos humanos que considera la educación como una función esencialmente estatal. A partir del análisis del caso Pavez vs. Chile, el expositor advirtió que esta visión lleva a imputar responsabilidad al Estado por actos de instituciones religiosas, pese a la separación entre Iglesia y Estado vigente en Chile desde 1925.
Sostuvo que la educación es, en primer término, una responsabilidad de las familias y de la sociedad civil, y que las iglesias ejercen su derecho a enseñar y transmitir la fe, no una potestad delegada por el Estado. Por ello, propuso revisar los estándares interamericanos para reconocer la autonomía y los derechos propios de los actores no estatales en el ámbito educativo.